lunes, 16 de noviembre de 2015

TEMA 66 (R 6)

 ORGANIZACIÓN Y NECESIDAD EXPRESIVA

. Cualquier proyecto debe ser el resultado de una lectura analítica y lógica del lugar, los accesos y la orientación, junto con la interpretación, en términos funcionales, de las exigencias del edificio, pero también debe considerarse el problema de la presencia, de la personalidad, de la forma. El funcionalismo no es suficiente, un edificio conlleva una necesidad expresiva.

. Las formas de los espacios son variables y los diferentes modos de conjugar actividades, circulaciones, etc., pueden ser casi infinitas. Pero, en la imaginación comienza a nacer un proyecto sólo cuando las relaciones entre los espacios parecen tener un esquema organizativo coherente, ya que un edificio es un sistema de actividad organizado. La circulación es un factor esencial como elemento organizador.

. Si un espacio puede ser imaginado como una masa sólida, determinada en su forma y en sus dimensiones por las proporciones de un ambiente o de una función, entonces se puede llegar a la solución arquitectónica de un proyecto a través del estudio de las distintas maneras alternativas en que los diversos elementos del programa pueden ser organizados plásticamente.

. Cada elemento y cada cuerpo deben ser significativos, pero es importante que, en la composición final, se reconozca la jerarquía de los volúmenes más importantes.

. Toda forma construida tiene un peso y unas propiedades de estabilidad e inestabilidad que dependen de su forma, y es necesario hacer una agrupación de funciones (y de cuerpos que las albergan) que sea estable. Sin duda, existe una cualidad arquitectónica inherente a la composición de masas estables, especialmente cuando son asimétricas.


 James Stirling, “Escritos de Arquitectura”, 1998

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