TRANSPARENCIA
Y OPACIDAD
. “La
diafanidad y la transparencia son conceptos caracterizadores del espacio de la
modernidad definida desde los años veinte, cuando la arquitectura empezó a
crear un vocabulario que tiene su origen en la tecnología y en una estética
abstracta y directa.
. Dentro
de esta estética de la transparencia, nos gusta mucho utilizar el vidrio y por
ello construimos fachadas de vidrio; sin embargo, plantean un problema: ¿hasta
qué punto se adapta esta solución a nuestra vida concreta, a nuestra vida
doméstica, a nuestra necesidad de tener una vida privada y una cierta
seguridad? ¿Hasta qué punto nos permite satisfacer nuestras exigencias
estéticas?
. La
transparencia es uno de nuestros principales objetivos. Es una posibilidad que
el desarrollo técnico nos permite actualmente. Podemos lograrla fácilmente con
los medios de que disponemos, además podemos controlar sus efectos con los
sistemas de calefacción y aire acondicionado; pero donde hay transparencia, ha
de haber también opacidad.
. No
únicamente por motivos formales o estéticos, sino también por factores de orden
más general como la intimidad doméstica, el control de las superficies
reflectantes, la percepción visual
del desorden y el orden, la disposición de los muebles y su papel en el
espacio, etc. Lo transparente es aún más transparente al lado de lo opaco,
quien lo hace resaltar de una manera más evidente.
. Por
otro lado, el sol tiene que ser amortiguado antes de atravesar el vidrio. El
dispositivo que regula la intensidad del sol debe estar colocado en el exterior
del edificio y convertirse en un elemento de la fachada, un elemento de
arquitectura y, dada la importancia de tal elemento, este puede convertirse en
el elemento caracterizador de la misma.”
Marcel
Breuer: “Escritos y conferencias 1961-1923” en “Marcel Breuer 1921- 1961” (1963)