lunes, 30 de noviembre de 2015

TEMA 67 (R 19)

CONCEPCIÓN MATEMÁTICA, CONCEPCIÓN ÓPTICA

. La arquitectura implica una relación, construida en algunos casos con mucha precisión, entre el objeto a ver y el espectador. Es el caso, según R. Wittkower, de Baldassare Longhena (1604-1682) en su iglesia de Santa María della Salute de Venecia.
. El espacio se organiza siempre refiriéndolo a ese espectador de manera que, desde el punto de mira adecuado, perciba imágenes y perspectivas coherentes. Se busca establecer una sintonía entre el espectador y las relaciones ópticas sugeridas por la definición de las formas.

. Pero en Longhena este espacio subjetivo y escenográfico habría carecido de una auténtica consistencia de no estar anclado y superpuesto a un espacio matemático objetivo, ordenado en función de razones precisas, y existente con independencia del espectador.
. En su definición en planta, su método para el establecimiento de relaciones aritméticas es un sistema proporcional que trabaja con los cocientes de números enteros pequeños, bien sea en la concatenación de los espacios 3:2:1, o 1:1½ en la relación ancho/ profundidad, etc. El mismo sistema de proporciones lo aplicó a las dimensiones verticales. 
. Longhena utiliza un sistema unificador de razones aritméticas que informa toda la estructura en tres dimensiones.

. Y es precisamente ese entrelazamiento de conceptos matemáticos objetivos  y ópticos subjetivos lo que confiere al proyecto de Santa María della Salute su carácter singular y hace de la iglesia uno de los edificios más importantes del siglo XVII.
       

 Rudolf Wittkower, “Sobre la Arquitectura en la Edad del Humanismo” (1979)

martes, 17 de noviembre de 2015

lunes, 16 de noviembre de 2015

Clases teóricas

Recordad que aquí os podéis descargar las clases teóricas, también las nuevas sobre iglesias.

Recordatorio de exposiciones

Alvar Aalto en el Caixa Forum
David Chipperfield en la Fundación Ico
Constant Nieuwenhuys en el Museo Reina Sofía
Max Bill en la Fundación Juan March
Kandinsky en el Centro Centro
Edvard Munch en el Museo Thyssen
....
¿ a qué estáis esperando ?


TEMA 66 (R 6)

 ORGANIZACIÓN Y NECESIDAD EXPRESIVA

. Cualquier proyecto debe ser el resultado de una lectura analítica y lógica del lugar, los accesos y la orientación, junto con la interpretación, en términos funcionales, de las exigencias del edificio, pero también debe considerarse el problema de la presencia, de la personalidad, de la forma. El funcionalismo no es suficiente, un edificio conlleva una necesidad expresiva.

. Las formas de los espacios son variables y los diferentes modos de conjugar actividades, circulaciones, etc., pueden ser casi infinitas. Pero, en la imaginación comienza a nacer un proyecto sólo cuando las relaciones entre los espacios parecen tener un esquema organizativo coherente, ya que un edificio es un sistema de actividad organizado. La circulación es un factor esencial como elemento organizador.

. Si un espacio puede ser imaginado como una masa sólida, determinada en su forma y en sus dimensiones por las proporciones de un ambiente o de una función, entonces se puede llegar a la solución arquitectónica de un proyecto a través del estudio de las distintas maneras alternativas en que los diversos elementos del programa pueden ser organizados plásticamente.

. Cada elemento y cada cuerpo deben ser significativos, pero es importante que, en la composición final, se reconozca la jerarquía de los volúmenes más importantes.

. Toda forma construida tiene un peso y unas propiedades de estabilidad e inestabilidad que dependen de su forma, y es necesario hacer una agrupación de funciones (y de cuerpos que las albergan) que sea estable. Sin duda, existe una cualidad arquitectónica inherente a la composición de masas estables, especialmente cuando son asimétricas.


 James Stirling, “Escritos de Arquitectura”, 1998

lunes, 9 de noviembre de 2015

TEMA 65 (R49)

EL EDIFICIO COMO ORGANISMO Y COMO MOLDE

. Juzgar una construcción para habitar por su aspecto exterior es como saborear una manzana por el color de la piel.
. Parece más adecuado comparar un edificio con un organismo, con su esqueleto, su corazón, sus pulmones, etc.
. De la misma manera que el exterior de un organismo depende de la adaptación de los órganos a sus respectivas funciones, ocurre de idéntico modo con el aspecto exterior de una construcción.
. Algunas personas imaginan un edificio de una manera mecánica. Imaginan las cuatro paredes, con aberturas para dejar entrar la luz (ventanas), o dejar pasar las personas o los muebles (puertas). Imaginan el tejado, el pavimento, las paredes, o, más bien, reconstruyen imágenes anteriores de esos elementos. Esas imágenes albergan determinados usos: habitar, trabajar, descansar el cuerpo y el espíritu.
. Pero las paredes son envoltorios de espacios adecuados a determinadas funciones. Las ventanas y las puertas no tienen formas así o asá, dependen de lo qué y de la manera cómo se quiere iluminar el interior y de la relación más apropiada con el exterior. Y tampoco las conexiones entre los espacios son tan sencillas como para reducirse a simples puertas para pasar de unos a otros.
. De manera que el proceso de trabajo debe suponer el saber qué va a pasar dentro de un edificio y qué pasa fuera de él.
. Entonces surge algo así como el molde que lo conformará.
. El arquitecto sintetiza el conjunto de problemas que hay que resolver y las discusiones que ellos generan en el proceso de elaboración.

Álvaro Siza: “A propósito del edificio…” (1963) 
En el libro: “Álvaro Siza, Textos”. (2014)