EL
ESPACIO COMO REALIDAD PERCIBIDA
.
El mundo que percibimos, y que nos revelan nuestros sentidos, es, en gran
medida, ignorado cuando mantenemos una actitud práctica y utilitaria.
.
Una de las tareas de la arquitectura es hacernos redescubrir este mundo donde
vivimos.
.
Debemos reaprender a ver el mundo a nuestro alrededor. Reconocer la relación
entre el hombre y las cosas.
.
Estar atentos al espacio donde nos situamos y que solo es visto según una
perspectiva limitada, la nuestra.
.
Una estancia es el lugar de nuestra experiencia vital donde mantenemos y
establecemos relaciones entre nosotros y las cosas.
.
Cada observación está estrictamente ligada a la posición del observador y es
inseparable de su situación.
.
Todo ser exterior: personas o cosas, solo nos es accesible a través de nuestro
cuerpo, y le asignamos un conjunto de atributos humanos que hacen de él una
mezcla de mente y cuerpo.
.
Nuestra mirada percibe un espacio, estamos sometidos a un cierto punto de
vista. Un ámbito donde dos objetos jamás son vistos simultáneamente, donde,
entre las partes del espacio, siempre se interpone la duración necesaria para
llevar la mirada de una a otra, donde dicho espacio aparece a través del
tiempo.
.
El plano horizontal es, para nosotros, aquel donde se producen los
desplazamientos vitales, donde se realiza nuestra actividad.
.
Las cosas no son simples objetos neutros que contemplamos; cada una de ellas
simboliza para nosotros cierta conducta, nos la evoca, provoca por nuestra
parte reacciones favorables o desfavorables, y por eso los gustos de una
persona, su carácter, la actitud que adoptó respecto del mundo y del ser
exterior, se leen en los objetos que escogió para rodearse.
Maurice
Merleau-Ponty: “El mundo de la percepción”. (1948)
No hay comentarios:
Publicar un comentario