martes, 14 de mayo de 2013

TEMA 22



IMPORTANCIA DEL RITMO EN EL CARÁCTER DEL ESPACIO Y DE LA FORMA

. La repetición uniforme de un elemento arquitectónico es la forma  de ritmo más sencilla que puede existir.
. El ritmo puede desarrollarse sobre una superficie, esto es, en dos dimensiones, o puede implicar a las tres dimensiones del espacio. Puede derivar de una sucesión de líneas, de superficies o de volúmenes. También una unidad espacial puede constituirse en la generadora del ritmo en el edificio.
. Los ritmos pueden ser uniformes, alternados, variables, contrapuestos, en suma, muy diversos, posibilitando múltiples opciones.
. El ritmo permite el control de la distribución en planta y, a su vez, de las fachadas, tanto exteriores como interiores.

. El observador registra la agrupación de los diferentes elementos formales que constituyen la imagen de los espacios. La regularidad de una sucesión, que está siempre en el origen de un ritmo, conlleva inevitablemente un movimiento continuo de los ojos que registra las imágenes idénticas o semejantes. Este proceso necesita una determinada duración, implica la noción de tiempo.
. Para comprender la importancia de un ritmo es indispensable, además de ser conscientes de su valor en la definición del espacio y de la forma, entender esta noción de duración y saber cómo actúa sobre el valor y la cualidad de la arquitectura. Pues de la complejidad del ritmo derivará la facilidad o la dificultad de su comprensión, así como su intensidad.
. En la organización de un espacio arquitectónico y en su definición formal, la elección del ritmo tiene una gran importancia, puesto que de él deriva, en buena medida, el carácter del edificio.


André Lurçat, “Formas, composición y leyes de la armonía” (1955)

No hay comentarios:

Publicar un comentario